¿Qué voy a hacer?
He tratado todo lo posible. Te eche al fuego y como no lo vi arder lo suficiente le puse más leña; y fuego y humo subió hasta el cielo. Pero fue inútil. Entonces fui al frío y busque congelarte Y fui lo más indiferente posible pero todo fue inútil. Entonces, pensé que tal si te entierro .Cavé un hoyo muy profundo y te puse allí y luego me fui. Y cuando estaba a mitad del camino escuché unas voces que me llamaban y fue tanto, tanto que tuve que regresar. Y cuando regresé a aquel lugar había crecido un árbol y ese árbol tenía muchos frutos y tenía una flor.
Entonces me di cuenta que era imposible, inevitable, yo había querido desaparecer tus recuerdos pero éstos siempre regresan a mi. Y comprendí : Que lo que se vive con el corazón, jamás nunca se podrá olvidar.
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